Gonzalo Higuaín le contó a Olé que no se llevó el trofeo luego del triplete porque no se dio cuenta. Sueña con ser el goleador del torneo, pero su apuesta más fuerte es otra: “Vinimos a Sudáfrica para ganar el Mundial y vamos a hacer todo para lograrlo”. El lado sensible del Pipita.
Me olvidé de pedirla, no me di cuenta”. Higuaín camina por la zona mixta, ese lugar en el que una valla divide el mundo de jugadores y periodistas. Y cuando Olé le preguntó si le había pedido la Jabulani a De Bleeckere por sus tres goles en un mismo partido, el Pipita cayó en la cuenta del olvido...
-¿Sabés quién fue el último argentino que metió tres goles en un partido de un Mundial?
-Bati, en el 94.
-Y en el 98 también...
-Y, bueno, estoy feliz de poder estar en ese lugar.
-¿Quién estaba en la tribuna?
-Mi familia, mi papá, mi mamá, mi hermano más grande, un amigo de la familia y más gente.
-Tu papá se fue de la cancha llorando...
-Me imaginé que podía pasarle. Esto no se da todos los días. Ver a un hijo en la Selección y que pueda hacer goles para ayudar a ganar un partido, es lo más lindo que le puede pasar a un padre. A disfrutarlo.
Ese, cuando habló del Pipa mayor, fue el único momento en el que la emoción pareció vencerlo. “¿Para quién es la camiseta? Una para mi familia y otra para mí, de recuerdo”. Cuentan que en el vestuario, cuando el grupo se reunió tras el 4-1, Pipita se llevó todos los aplausos. Sin embargo, el 9 eligió pisar con tranquilidad. “Un partido lo gana el equipo, no un jugador. Después, según el funcionamiento, es el equipo el que hace resaltar a un jugador”.
Sin estridencias, como en la cancha. Así trató de mostrarse delante de cientos de periodistas que intentaban inmortalizar su palabra. Y, en un claro gesto de compromiso con la causa, respondió sin detalles sobre la sorpresiva derrota de España y, escuetamente, contó que había hablado con algún compañero del Madrid. Nada más. “Mi cabeza está puesta en la Selección”, insistió.
-¿Y para qué está la Selección?
-Para lo que vinimos, para ganar el Mundial. Y vamos a hacer todo para lograrlo.
Además de repetir decenas de veces sus sensaciones por el histórico triplete, elogió a Milito, su competidor y, sobre todo hasta antes de sus goles, su sombra. “Antes de empezar el partido, Diego me habló. Siempre lo hace. Compartimos la habitación y es una gran persona, además de ser un gran jugador. El, igual que yo, sabía que los goles iban a llegar”.
-¿Qué significaría ser el goleador del Mundial?
-Sería una alegría enorme, pero más alegría sería ser campeón del mundo. Y luego, si se puede ayudar siendo el goleador, mejor. Pero ojalá que podamos seguir haciendo historia.
me parece que as creado un muy buen blog,ya te puse el enlace
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