Las lágrimas de Messi y el adiós con la cabeza gacha de Maradona simbolizan mejor que nada el espantoso ridículo de Argentina en el Mundial que tan cerca se veían de ganar. Y todo por el espectacular repaso que le dio una Alemania soberbia que hizo el mejor partido del Mundial. En semifinales por la puerta grande.
El rápido gol de Müller puso el partido patas arriba bien pronto. Argentina, con Messi desaparecido, no supo frenar el rodillo alemán en una segunda parte pletórica de los germanos. Un doblete de Klose y un tanto de Friedrich tras un jugadón de Schweinsteiger terminaron por humillar a una Argentina de mentira.
Alemania se ha colado en semifinales pasando por encima de Inglaterra (4-1) y Argentina (4-0). Nadie puede negar que se ha ganado por derecho propio ser el candidato número 1 a ganar el Mundial. Todo con una nueva generación de futbolistas que abanderan Müller, Ozil y Khedira y a la que se han unido los clásicos Schweinsteiger, Lahm, Podolski y Klose. Una mezcla que funciona.
Argentina se desmoronó en cuanto llegó el primer partido importante del Mundial. Maradona había creado una selección con pies de barro, edificada en torno a Messi. El mejor jugador del mundo ha acabado jugando de mediocentro, muy lejos del área, su hábitat natural. Se volvió a repetir la historia. El Messi del Barça que hizo 47 goles esta temporada en poco se parece al de Argentina, donde no vio puerta. Y otra vez se va de vacío del Mundial.
Maradona, sin respuestas
La historia se repite porque la Argentina de Messi volvió a tropezar en la misma piedra de hace cuatro años. Alemania le dejó fuera con un fútbol eléctrico, de toque y velocidad, demoledor al contragolpe.
Maradona no tuvo una sola respuesta cuando el partido se puso feo. Toda su verborrea en las ruedas de prensa se quedó en nada cuando tuvo que tomar decisiones. Sin centro del campo, mandó a Messi arriba cuando Alemania tenía medio billete para semifinales. Y entonces, Argentina se entregó.
La humillación final en forma de goleada es la peor manera de salir de un Mundial. En Argentina deben pensar qué quieren de su selección: si seguir en manos de Maradona o ir a alguna parte. Toca tiempo de reflexión en la Albiceleste mientras Alemania festeja el pase a semifinales. Les espera España o Paraguay. El sueño de volver a ser campeón está a dos pasos.
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